AC/DC
En el campo de los frenos industriales, cuando mencionamos AC/DC, no nos referimos a la famosa banda de rock, sino específicamente a los tipos de suministro de energía que impulsan los frenos electromagnéticos: Corriente Alterna (AC) y Corriente Directa (DC).
Los frenos electromagnéticos funcionan energizando una bobina para generar un campo magnético que libera o engrana el inductor, logrando funciones de frenado o liberación. Esta “electricidad” puede ser AC o DC.
Frenos DC: Son la opción dominante absoluta en el mercado actual. Utilizan corriente directa para impulsar la bobina, ofreciendo ventajas como funcionamiento completamente silencioso, mínimo choque de acoplamiento, tiempos de respuesta rápidos y control preciso. Dado que la energía de CA se utiliza comúnmente en entornos industriales, los frenos DC suelen requerir un rectificador para convertir la energía de entrada de CA en DC para su uso.
Frenos AC: Estos frenos pueden conectarse directamente a una fuente de energía de CA, eliminando la necesidad de un rectificador. Siguen siendo aplicables en algunos escenarios simples y con sensibilidad al costo. Sin embargo, sus desventajas son significativas: generan el característico zumbido de CA durante la operación, presentan un mayor impacto de acoplamiento y ofrecen menor suavidad y velocidad de respuesta en comparación con los frenos DC.
Desde una perspectiva profesional, a pesar de la existencia de frenos de corriente alterna (AC), los frenos de corriente continua (DC) se han convertido en la configuración estándar para aplicaciones de alto rendimiento y exigentes (como ascensores, servomotores y herramientas de máquina de precisión) debido a su mayor tranquilidad, velocidad y suavidad. Por lo tanto, al hablar de frenos, la elección entre AC/DC determina directamente sus características de rendimiento, niveles de ruido y precisión de control.

