Resistencia a la corrosión
Resistencia a la corrosión, en el contexto de frenos industriales, se refiere a la capacidad diseñada de un freno y sus componentes para soportar la degradación causada por reacciones químicas o electroquímicas con su entorno de operación. Esto no es meramente un tratamiento superficial, sino una característica fundamental de diseño lograda mediante la selección de materiales específicos (p. ej., acero inoxidable, latón), la aplicación de recubrimientos protectores especializados (como pintura epoxi de grado marino, galvanización por inmersión en caliente o nitruración) y el uso de cajas selladas y con clasificación IP. Un freno con alta resistencia a la corrosión es esencial para garantizar la fiabilidad operativa a largo plazo y la seguridad en entornos adversos, incluidos instalaciones marinas y offshore, plantas de tratamiento de aguas residuales, operaciones mineras y instalaciones de procesamiento de alimentos donde la exposición a la humedad, la salinidad, productos químicos caústicos y lavados frecuentes es común. La falta de especificar una resistencia adecuada a la corrosión puede provocar componentes seized, reducir la fuerza de frenado y una falla prematura y catastrófica.