Puerto y Terminal
Una terminal portuaria es un entorno de movimiento implacable, donde convergen las demandas de productividad, seguridad y fiabilidad. Para los sistemas de frenado, representa una de las aplicaciones más desafiantes, combinando cargas inmensas, altas velocidades de ciclo y una atmósfera marina severamente corrosiva.
Los requisitos de frenado en una terminal portuaria están definidos por el inmenso equipo utilizado para mover contenedores:
- Grúas de muelle a tierra (STS): Estos gigantes son la interfaz principal entre el barco y la costa. Sus sistemas de frenado son Multicapa y críticos para la seguridad.
- Frenos de elevación: La aplicación más crítica. Estas grúas levantan contenedores que pesan hasta 100 toneladas. El cabrestante está equipado con frenos redundantes de seguridad (frenos de muelle), a menudo un freno principal del motor y un freno secundario en la caja de cambios o en la bobina. La falla no es una opción, ya que un contenedor caído sería catastrófico.
- Frenos de la carrilla (trolley): Controlan el movimiento horizontal de la carga a lo largo de la pluma de la grúa. Los frenos a prueba de fallos son esenciales para una colocación precisa sobre las celdas del buque y para evitar movimientos incontrolados, especialmente con vientos fuertes.
- Frenos de pórtico y de tormenta: La estructura completa de la grúa se desplaza sobre rieles en el muelle. Los frenos de servicio se encargan de detener dinámicamente este enorme masa. Más importante aún, los potentes frenos de tormenta son un requisito único. Son abrazaderas de riel de alta fuerza, con muelles aplicados, diseñadas para bloquear la grúa a los rieles y evitar que se vuelque o sea empujada fuera del muelle por vientos de fuerza huracanada.
- Grúas pórtico de neumáticos y sobre rieles (RTGs y RMGs): Estas bestias trabajan apilando y organizando contenedores en la parcela.
- Al igual que las grúas STS, sus movimientos de elevación y carrilla están protegidos por frenos a prueba de fallos.
- Los accionamientos de viaje de la pórtico requieren frenos de servicio y de estacionamiento potentes para gestionar la alta inercia de la grúa durante la aceleración y la desaceleración y para sujetarla de forma segura cuando está estacionaria.
- Resistencia ambiental: Más allá de las exigencias mecánicas, el desafío definitorio es el entorno. La exposición constante a la niebla salina exige una protección superior contra la corrosión. Los frenos en una terminal portuaria deben presentar pintura de grado marino, componentes de acero inoxidable o niquelados, y un sellado robusto con clasificación IP para evitar la entrada de sal y humedad, lo que provocaría un bloqueo y la destrucción de un freno industrial estándar.
En resumen, una terminal portuaria exige sistemas de frenado que proporcionen el más alto nivel de seguridad a prueba de fallos para el izado, el control dinámico para gestionar una inercia masiva y la durabilidad especializada para sobrevivir a largo plazo en un entorno marino constantemente corrosivo.