Electromagnetic describe un método de accionamiento de freno que utiliza un campo magnético, generado al hacer pasar una corriente eléctrica a través de una bobina, para controlar la fuerza de frenado mecánica. Este principio se aplica en dos configuraciones distintas:
- Frenos de resorte (a prueba de fallos): Esta es la aplicación más prevalente y crítica para la seguridad. En este diseño, potantes resortes mecánicos proporcionan la fuerza de frenado predeterminada. La función de la bobina electromagnética es liberar el freno. Cuando la bobina se energiza, crea un campo magnético fuerte que supera la fuerza del resorte, alejando un armadura de la disco de fricción y permitiendo que el eje gire. Si se corta la energía eléctrica—ya sea intencionadamente o debido a una falla de energía—el campo magnético colapsa, y los resortes activan instantáneamente el freno. Este principio de seguridad por fallo es el estándar para aplicaciones de retención en grúas, ascensores y robótica.
- Frenos de energía (de acción directa): En esta configuración, el freno está desconectado por defecto. Aplicar una corriente eléctrica a la bobina genera un campo magnético que jala el armadura y la disco de fricción juntos, por lo tanto aplicando el par de frenado. Cuando se elimina la energía, el campo magnético se disipa y el freno se libera. Estos frenos se utilizan para detenciones dinámicas, ciclos o aplicaciones de tensión donde no se requiere una capacidad de retención a prueba de fallos contra la gravedad o una carga crítica.
En resumen, la actuación electromagnética ofrece tiempos de respuesta extremadamente rápidos y un control directo y sencillo mediante señales eléctricas, lo que la hace ideal para integrarse con sistemas modernos de control de máquinas basados en PLC y VFD.