Elevator
En un sistema de ascensor, el freno es un componente de seguridad vital e innegociable cuyo función principal es mantener el coche del ascensor inmóvil en un piso. Los ascensores emplean universalmente frenos electromagnéticos de corriente continua, aplicados por resorte y diseñados para fallar seguros, integrados directamente con el motor y la caja de cambios de la maquinaria de tracción, conocida como la máquina de tracción.
El principio operativo se basa en la seguridad inherente:
- Retención estática (Estado predeterminado): Fuertes muelles mecánicos ejercen una fuerza de apriete constante sobre un disco o tambor de freno acoplado al eje del motor. Este es el estado predeterminado del freno, sin energía, que garantiza que el coche del ascensor se mantenga firmemente en su lugar y no pueda moverse.
- Apertura con energía: Cuando un usuario llama al ascensor, el sistema de control envía una corriente eléctrica a la bobina electromagnética del freno en el mismo instante en que envía energía al motor de tracción. El campo magnético resultante es lo suficientemente fuerte como para superar la fuerza de la primavera, retractando las zapatas del freno y soltando el freno justo cuando el motor empieza a girar.
- Enganche de fallo seguro: En el momento en que el coche alcanza el piso deseado, el controlador corta la energía tanto al motor como a la bobina del freno. El campo magnético se desintegra instantáneamente y los muelles vuelven a aplicar el freno, deteniendo suavemente y con precisión el coche y manteniéndolo nivelado con el piso. En cualquier escenario de fallo de energía, ocurre esta misma acción, garantizando que el ascensor se detenga y permanezca en posición de forma segura.
Lo crucial es que este freno electromagnético principal es distinto de las “seguridades” de emergencia del ascensor, los dispositivos mecánicos separados que se accionan mediante un governor de overspeed para sujetar físicamente las guías en el raro caso de una falla de la cuerda o descenso incontrolado. Las normas de seguridad modernas (como ASME A17.1/CSA B44) exigen una redundancia extrema en el propio freno principal, a menudo requiriendo dos bobinas eléctricas o pinzas de freno mecánicamente independientes para garantizar que ningún punto único de fallo pueda comprometer la capacidad de sujeción del sistema.

